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San Juan Pedagogía Curativa y Terapia social

CENTRO DE PEDAGOGIA CURATIVA Y TERAPIA SOCIAL

Desde su creación en junio de 1994, el logotipo que antecede es la imagen corporativa de la entidad, Asociación San Juan Centro de pedagogía curativa y Terapia Social.

Está compuesto por cuatro figuras dispuestas en vertical, una encima de la otra entretejiendo una imagen común, flanqueada por las palabras SAN JUAN queriendo otorgar identidad al conjunto.

En ocasiones se hace acompañar por la reseña:

CENTRO DE PEDAGOGIA CURATIVA Y TERAPIA SOCIAL

La tipografía de la fuente, es utilizada como definición específica dentro del movimiento antroposófico a nivel mundial, podemos encontrarla en los diferentes ámbitos en los que este movimiento humano se ha hecho presente durante este último siglo.

Una manera de sentir, de comprender y de hacer en el mundo, que nació del impulso del filósofo austríaco Rudolf Steiner, actualmente se encuentra presente en los cinco continentes en diferentes campos, como son:

La medicina, el arte, la educación, la agricultura, las ciencias naturales, las ciencias sociales, la economía…etc.

La Pedagogía Curativa y Terapia Social tiene su base en este impulso y de él se nutre en su tarea social, curativa y terapéutica.

Los griegos explicaron la esencia del hombre como compuesta, en primer lugar por las cuatro fuerzas que nombraron: Tierra, agua, aire y fuego.

Es fácil comprender que tenemos partes sólidas, con un volumen preciso y formas distintas. Además tenemos líquidos dentro de nosotros, principalmente agua, sangre y orina, pero también lágrimas, saliva y muchos otros fluidos.

Parece por tanto, que poseemos no solamente un cuerpo sólido, sino otro líquido.

El aire esta a nuestro alrededor, pero lo aspiramos y distribuimos por todas partes del cuerpo, en intercambio constante, impregnando con su esencia.

El calor no es algo que aprovisionamos desde fuera, si no que el fuego arde en nosotros, como una llama que nos mantiene vivos del nacimiento a la muerte.

Algunas sugerencias sobre el trasfondo de la imagen corporativa de la asociación San Juan Centro de Pedagogía Curativa y Terapia Social:

“Hombre ayudando al hombre”.

Puede ser más fácil comprender al hombre como compuesto de los cuatro elementos si describimos la salud como una armonía entre ellos y la enfermedad como una alteración del equilibrio.

Fuego

El fuego, el calor, es ligero, es difícil de coger. Puede penetrar en los otros elementos. La tierra y el agua tienen peso y volumen distintos, mientras que el fuego y el aire tienen una ligereza y una aspiración a extenderse hacia el infinito, a disolverse en la nada.

Aire

No es posible mantener el aire en un recipiente abierto, no se sabe que volumen tiene, puede ser comprimido y puede extenderse en todas direcciones. Algo característico para el aire es que es portador de la luz, al igual que el aire la luz puede extenderse en todas direcciones y es posible encerrarla.

Agua

El agua corre, su cantidad y volumen son precisos, pero no su forma, puede llenar todo tipo de formas o extenderse en una superficie en todas direcciones.

En el lo liquido puede haber cambios, las sustancias pueden disolverse e intercambiarse, ahí podemos encontrar la química.

tierra

san juan nuevo.jpg

La tierra, lo sólido, lo encontramos diferenciado en distintos trozos, fragmentos, delimitados por superficies que le confieren diferentes formas.

“Hombre ayudando al hombre”, quizás sea el eslogan que mejor defina la tarea de la pedagogía curativa y la terapia social. San Juan se constituyo con ese noble fin, hombres y mujeres ayudándose mutuamente.

Una máxima se hace indispensable en el desarrollo de esta comunidad de hombres y mujeres, “menester es que yo mengue para que el pueda crecer”, estas palabras de Juan el Bautista están al origen del nombre que se le quiso otorgar a la asociación, SAN JUAN, pues es en el reconocimiento y la aceptación del otro, donde podemos comenzar un camino de acompañamiento fructífero y saludable.

La puesta en marcha de este nuevo proyecto Casa Hogar “Blanca Cera y Dulce Miel”, nos dará la posibilidad de innovar la imagen corporativa para la que se ha ideado este nuevo anagrama que incluye el logotipo por el que se nos reconoce desde hace 18 años, al que se le añade un pentagrama de fondo que contiene una imagen de cera de abeja fundida y coloreada con pigmentos naturales.

En nuestra época, en la que ha habido cambios revolucionarios en todos los campos, el impulso está marcado por la maquina y la industrialización, se crean industrias especializadas en las que es difícil encontrar el tiempo para ocuparse de la gran responsabilidad individual para con toda la humanidad, el no olvidar a ninguno de sus miembros, el mantener viva la tierra, el hacerla sostenible y no agotarla negándole la vida, el asegurar un futuro lleno de esperanza.

La abeja es una animal, que actúa hacia el exterior y su vida es autosacrificio. Solo existe para los demás, ofreciendo toda su vida a su organismo social.

Quizás podamos inspirarnos en este mensaje a la hora de continuar construyendo la comunidad de vida y trabajo cuya actividad social, cultural y económica puedan desenvolverse siendo diferentes, continuar trabajando, creando conjuntamente como también lo hacen las abejas.

Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di, ¿por qué acequia escondida, agua, vienes a mí, manantial de nueva vida de donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas,

Blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía, soñé, ¡bendita ilusión!, que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón.

Antonio Machado.


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